INTRODUCCIÓN

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JOAQUÍN GÓMEZ CARRILLO, escritor de Cieza (Murcia), España. Es el autor del libro «Relatos Vulgares» (2004), así como de la novela «En un lugar de la memoria» (2006). Publica cuentos, poesías y relatos, en revistas literarias, como «La Sierpe y el Laúd», «Tras-Cieza», «La Puente», «La Cortesía», «El Ciezano Ausente», «San Bartolomé» o «El Anda». Es también coautor en los libros «El hilo invisible» (2012) y «El Melocotón en la Historia de Cieza» (2015). Participa como articulista en el periódico local semanal «El Mirador de Cieza» con el título genérico: «El Pico de la Atalaya». Publica en internet el «Palabrario ciezano y del esparto» (2010).

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9/7/16

Cuando nos hablan las estatuas

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Casa de las Ciencias, en La Coruña, bajo cuya cúpula cuelga un "Péndulo de Foucault", el cual va cambiando de dirección con el giro de la Tierra como si estuviera atado al centro del Universo
No sé si hará veinte años o más, aunque muchas veces decir veinte años no es decir una cifra exacta, estuve en La Coruña y vi una estatua que me impresionó; para ser exacto, se trata de un grupo escultórico compuesto por dos figuras humanas unidas, abrazadas: un hombre y una mujer, los dos muy ancianos. En aquel momento ya me habló, aunque fue apenas un susurro triste que me tocó directamente al alma. ¿Cómo una persona, un ser mortal de carne y hueso –pensé entonces sobre el escultor–, ha sido capaz de de reflejar la angustia, el miedo, el amor, el esfuerzo...?

Después de veinte años he vuelto a aquel lugar. Cuando vayan ustedes a Galicia no dejen de visitar La Coruña; es una ciudad bonita, señorial y con un entorno fascinante: su faro romano de la Torre de Hércules, su gran plaza de María Pita, su palacio del Ayuntamiento, uno de los más monumentales de España, si no el más, y sus dos costas (está enclavada en una península y sólo hay que recorrer una calle céntrica para ir de la zona del puerto a la inmensa playa de Orzán). También les recomiendo que visiten el Parque de Santa Margarita, sobre una colina verde con el corazón de granito. Es una zona ajardinada inmensa, a cuyo extremo norte, junto una preciosa cascada artificial que se desploma por el cortado de lo que fuera una vieja cantera, se halla adosado y excavado en dicha colina el monumental Palacio de la Ópera. Y arriba, en lo más alto de este céntrico parque, se encuentra la Casa de las Ciencias, con un impresionante “péndulo de Foucault” en su interior, el cual a lo largo de las veinticuatro horas del día y como si estuviera atado al centro del universo, demuestra de forma científica y silenciosa el giro de la Tierra.

He vuelto, como les digo, a La Coruña porque el mundo sigue girando. Todo estaba igual, aunque ya nada me parecía lo mismo. En el Parque de Santa Margarita, la Casa de las Ciencias la encontré más pequeña, más vacía, menos impresionante. Quizá porque la primera vez iba con mi mujer y mis hijas y todo era para nosotros mucho más nuevo, más por descubrir. (Entonces lo teníamos casi todo: el amor, la familia, nuestros padres, la salud, el futuro..., y hasta la felicidad sin darnos cuenta). No obstante, dos cosas me seguían fascinando ahora todavía: el movimiento majestuoso del péndulo de Foucault, que varía milimétricamente conforme al movimiento rotatorio de nuestro planeta, y la escultura de los dos ancianos que hay afuera, frente al edificio con forma de templete clásico.

Esta vez dejé que me hablase largamente la estatua; me detuve más tiempo frente a ella que hace veinte años y consentí que me arañara el corazón, que me trasmitiera todo el mensaje que al escultor le dolía en su pecho cuando la creó (un tal Xoan Piñeiro, nacido en los años veinte). El grupo escultórico allí expuesto es un fundido de metal e ignoro cómo esculpió la obra matriz, si fue piedra, barro, madera... Pero lo que sí les puedo afirmar es que refleja sentimientos humanos muy hondos: la contemplo y veo dos viejos que caminan con un inconmensurable esfuerzo; parece que van contra un viento feroz, contra una tormenta (yo he caminado una vez bajo una tormenta de granizo), o quizá contra el peso de la propia ancianidad. Veo en ellos el amor: una pareja que siempre se ha amado, como las golondrinas, y que tiene la suerte de llegar unida a los últimos pasos de la existencia. Él, se nota que ha sido un hombre fuerte, que ha luchado a brazo partido para salir adelante en la vida; ella, una mujer trabajadora, esposa fiel y madre entregada, cuyos hijos ya han volado (también como las golondrinas). La mujer, frágil, se refugia en el cuerpo generoso del hombre; él, protector, la cobija bajo su brazo derecho...

¡Dios…!, cómo la imagen me descubre los sentimientos y la angustia del recuerdo. Su visión me trae a la memoria el pasillo de hospital más largo que jamás he recorrido. Aquel día, el oncólogo hubiera deseado hacer un milagro, pero era humano, derrotado, y nos envió a ingresar por urgencias para al menos evitar burocracia. Todo iba mal. El ciclón de la enfermedad había arreciado y era ya incontenible. Yo entonces, asumiendo el sufrimiento, rodeé a Mari con mi brazo derecho y me puse piedras en los ojos para no llorar; a ella le caían las lágrimas y el pasillo no se acababa.

Así que cuando la vi por segunda vez me lo dijo todo. Hace veinte años mis hijas eran niñas y mi corazón estaba exento de tragedias, por lo que muchas cosas las conocía sólo de oídas. Hoy, cuatro años después de que la memoria de mi mujer habita ya para siempre en lo más profundo de mi ser, la escultura de los dos ancianos me revela en silencio el tránsito veloz de la vida: alegría, felicidad, amor, fidelidad, dolor, esfuerzo, ternura, miedo, lucha..., y suerte –pienso yo– para envejecer unidos.
©Joaquín Gómez Carrillo
(Publicado el 09/07/2016 en el semanario de papel "EL MIRADOR DE CIEZA"

5 comentarios:

  1. Emocionante artículo. Conozco la estatua desde que tenía unos 15 años y tengo casi 50. Me sigue resultando magnética

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  2. Me ha encantado,muy emocionante,
    Es una estatua preciosa,Galicia calidade..buenísimo artículo!

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  3. Gracias por el comentario. Celebro que tembién conozcas y admires ese grupo escultórico. Un saludo afectuoso.

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  4. Hola… ayer he descubierto esta escultura de “Los ancianos” en el parque de Santa Margarita, la ví y estuve mucho tiempo observándola también, es impresionante lo que transmite. Mi marido y yo estamos juntos desde los 14 años, hoy en dia tenemos 45, y unos maravillosos hijos de 13 y 16 años, al verme observando tanto tiempo la escultura y explicarles lo que significa ellos mismos nos fotografiaron junto a los ancianos en la misma posición de ellos, una imagen ya gravada para nuestra historia familiar… Hoy mismo me puse a buscar información sobre esta gran escultura y me topé con este artículo, lleno de grandes sentimientos y me emocioné mucho, ya que el dia de ayer fue como el tuyo de hace unos 23 años ya… gracias por hablar tan bien de estas tierras gallegas, a la cual nosotros pertenecemos , y muy orgullosos de serlo.

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Cuentos del Rincón

Cuentos del Rincón es un proyecto de libro de cuentecillos en el cual he rescatado narraciones antiguas que provenían de la viva voz de la gente, y que estaban en riesgo de desaparición. Éstas corresponden a aquel tiempo en que por las noches, en las casas junto al fuego, cuando aún no existía la distracción de la radio ni el entoncemiento de la televisión, había que llenar las horas con historietas y chascarrillos, muchos con un fin didáctico y moralizante, pero todos quizá para evadirse de la cruda realidad.
Les anticipo aquí ocho de estos humildes "Cuentos del Rincón", que yo he fijado con la palabra escrita y puesto nombres a sus personajes, pero cuyo espíritu pertenece sólo al viento de la cultura:
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* Tres mil reales tengo en un cañar
* Zuro o maúro
* El testamento de Morinio Artéllez
* El hermano rico y el hermano pobre
* El labrador y el tejero
* La vaca del cura Chiquito
* La madre de los costales
* El grajo viejo
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Frases para la reflexión:

"SE CREYÓ LIBRE COMO UN PÁJARO, Y LUEGO SE SINTIÓ ALICAÍDO PORQUE NO PODÍA VOLAR"

"SE LAMÍA TANTO SUS PROPIAS HERIDAS, QUE SE LAS AGRANDABA"

"SI ALGUIEN ES CAPAZ DE MORIR POR UN IDEAL, POSIBLEMENTE SEA CAPAZ DE MATAR POR ÉL"

"SONRÍE SIEMPRE, PUES NUNCA SABES EN QUÉ MOMENTO SE VAN A ENAMORAR DE TI"

"SI HOY TE CREES CAPAZ DE HACER ALGO BUENO, HAZLO"

"NO SABÍA QUE ERA IMPOSIBLE Y LO HIZO"

"NO HAY PEOR FRACASO QUE EL NO HABERLO INTENTADO"