INTRODUCCIÓN

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JOAQUÍN GÓMEZ CARRILLO, escritor de Cieza (Murcia), España. Es el autor del libro «Relatos Vulgares» (2004), así como de la novela «En un lugar de la memoria» (2006). Publica cuentos, poesías y relatos, en revistas literarias, como «La Sierpe y el Laúd», «Tras-Cieza», «La Puente», «La Cortesía», «El Ciezano Ausente», «San Bartolomé» o «El Anda». Es también coautor en los libros «El hilo invisible» (2012) y «El Melocotón en la Historia de Cieza» (2015). Participa como articulista en el periódico local semanal «El Mirador de Cieza» con el título genérico: «El Pico de la Atalaya». Publica en internet el «Palabrario ciezano y del esparto» (2010).

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19/9/15

Y sin embargo, la Romería

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La mayor agresión que sufre ¡todos los años! el Cerro del Castillo, tanto en su frágil capa vegetal como en sus vestigios arqueológicos
Siendo positivos, la romería al Collao de la Atalaya es ya un evento de trascendencia popular y hasta de tradición de nuestro pueblo; es una forma de esparcimiento de la gente que ama salir un día al monte “por romero” (“...por romero y por amor”, que diría Juan Ramón Jiménez); es una muestra colectiva de fervor popular en torno la Virgen del Buen Suceso, “copatrona” de Cieza. La romería a la ermitica de la Atalaya el tercer domingo de setiembre, todos los años, es para muchas personas un acto de fe y de cumplimiento de su vocación espiritual: el acompañar a la mentada imagen mariana, muy tempranico y andando (Puente de Hierro, de los Nueve Ojos, Maripinar, Rincón de Mula, paraje Ermiticas, Barranco de Meco, Solana de la Atalaya...), hasta su sagrado lugar, desde donde se columbra la villa de Abarán y se tiene una espléndida panorámica de la ciudad de Cieza, y allí oír misa con unción, en la paz y con el respeto de todos los desplazados hasta ese inigualable mirador, que es la explanada del santuario; sentarse después en una piedra y almorzar del avío que cada cual ha llevado en su bolsa (“al monte vas, de lo que lleves comerás”). Y después, una vez recogido cualquier desperdicio y depositado en el correspondiente contenedor de basura, iniciar el regreso caminito abajo, sin salirse del sendero ni pisar ni estropear el frágil ecosistema vegetal de nuestro monte más emblemático. Eso siendo muy positivos y muy cívicos y muy respetuosos con los espacios públicos, que son de todos. Porque, aunque no se pueda estar “repicando y en misa”, sí que se puede ir “a Dios rogando y con el mazo dando.”

Miren, en Cieza no hubo una romería en toda regla hasta la década de los sesenta. Los únicos precedentes por entonces eran dos: la visita en Viernes Santo por la tarde a la Fuente del Ojo, cuyo gentío inundaba toda la zona, incluidos los losados de acceso a los Casones, y a donde se desplazaban el tío de los chámbiles, el del arrope-calabazate, el del carrito de las pipas y las rajas de coco y hasta el hombre cojo que vendía milhojas con una cesta de mimbre colgada del brazo (era una especie de “romería civil”, cuya tradición se perdió casi al mismo tiempo que la propia Fuente del Ojo). Y el otro precedente, más antiguo, todavía se mantiene arraigado al sentir de los ciezanos: la subida del Cristo a su Ermita del Calvario.

Mas a principios de los sesenta, pensando en trasladar la advocación del Buen Suceso a un lugar apartado del pueblo, estuvieron sopesando diversos parajes para la construcción de una ermita y convertirla en sitio de peregrinaje o visita romera. Uno de estos lugares que estuvieron valorando fue en las Lomas del Madroñal, espacio muy accesible y de paisaje noble. Pero la cosa no cuajó, pues viendo un montecito de aspecto cónico, que emergía del Collado de la Atalaya, pensaron que allanando su cima, coronada de peñascos, sería el emplazamiento ideal. Por lo que se hizo necesario construir a pico y pala un camino, desde el Puente de Meco hasta el mentado lugar (años después mandarían hacer el otro camino de la umbría, con un destrozo considerable de pinos y un falseamiento del terreno, que más tarde lo ha convertido en intransitable). Es verdad que no había tradición romera, pero se ha hecho a través de los años, como no hay tradición de “moros y cristianos” y qué duda cabe que, perseverando, llegará a haberla con el tiempo. Sin embargo, antes la gente tenía otra escala de valores y la cosa del “medio ambiente”, como que no se tenía en cuenta; mas ahora hemos estudiao y sabemos un poquico más.

Por lo tanto seamos cuidadosos con lo nuestro. Que no tengamos que lamentar siempre que “en este pueblo no puede haber nada limpio ni nada nuevo ni nada cuidado ni nada respetado por la gente.” Pues aunque la Romería sea la mayor agresión medioambiental que sufre todos los años la Atalaya, sin más cáscaras, y mientras a eso no se le ponga coto ni remedio, y se siga repitiendo invariablemente el destrozo de la capa vegetal en los alrededores de los senderos, en los aledaños del Collado, en todo el Cerro del Castillo (lugar que debería ser incluido en el área de un “Parque Arqueológico de Medina Siyasa”, con todas las protecciones pertinentes), y se sigan tirando basuras y objetos difícilmente biodegradables en un considerable perímetro de la zona festera, y aunque mucha gente considere eso dentro de una “normalidad” de diversión, muy alejada del verdadero espíritu romero, pido desde este “Pico de la Atalaya” algo muy simple: que cada cual considere suyo el monte, que cada uno reconozca y estime como propio cada pino, cada arbusto y cada matojo. Solo eso.
©Joaquín Gómez Carrillo
(Publicado el 19/09/2015 en el semanario de papel "EL MIRADOR DE CIEZA")

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Cuentos del Rincón

Cuentos del Rincón es un proyecto de libro de cuentecillos en el cual he rescatado narraciones antiguas que provenían de la viva voz de la gente, y que estaban en riesgo de desaparición. Éstas corresponden a aquel tiempo en que por las noches, en las casas junto al fuego, cuando aún no existía la distracción de la radio ni el entoncemiento de la televisión, había que llenar las horas con historietas y chascarrillos, muchos con un fin didáctico y moralizante, pero todos quizá para evadirse de la cruda realidad.
Les anticipo aquí ocho de estos humildes "Cuentos del Rincón", que yo he fijado con la palabra escrita y puesto nombres a sus personajes, pero cuyo espíritu pertenece sólo al viento de la cultura:
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* Tres mil reales tengo en un cañar
* Zuro o maúro
* El testamento de Morinio Artéllez
* El hermano rico y el hermano pobre
* El labrador y el tejero
* La vaca del cura Chiquito
* La madre de los costales
* El grajo viejo
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Frases para la reflexión:

"SE CREYÓ LIBRE COMO UN PÁJARO, Y LUEGO SE SINTIÓ ALICAÍDO PORQUE NO PODÍA VOLAR"

"SE LAMÍA TANTO SUS PROPIAS HERIDAS, QUE SE LAS AGRANDABA"

"SI ALGUIEN ES CAPAZ DE MORIR POR UN IDEAL, POSIBLEMENTE SEA CAPAZ DE MATAR POR ÉL"

"SONRÍE SIEMPRE, PUES NUNCA SABES EN QUÉ MOMENTO SE VAN A ENAMORAR DE TI"

"SI HOY TE CREES CAPAZ DE HACER ALGO BUENO, HAZLO"

"NO SABÍA QUE ERA IMPOSIBLE Y LO HIZO"

"NO HAY PEOR FRACASO QUE EL NO HABERLO INTENTADO"